El pasado 16-17 de septiembre pudimos disfrutar la Final Nacional de la WRO, que se celebró en La Seu d’Urgell.

De Dénia fuimos 7 equipos, cada uno en su categoría, a excepción de Aquabot y Papatones, que se enfrentarían en RobotMission Junior.
El primer día, sábado por la tarde, nos dijeron la regla sorpresa, y empezó el montaje del robot.
El montaje nos fue bien, pero no nos dio tiempo a afrontar la regla sorpresa, ya que nuestro robot contaba con tiempo escaso (nos sobraban un par de segundos) para realizar las misiones principales y volver a llevar el robot a casa, así es que decidimos no dedicarle tiempo, y centrarnos en que lo que teníamos preparado funcionase.
Los que hayan jugado alguna vez con este tipo de robots ya saben que lo que hoy va bien, mañana no tiene porque seguir funcionando. Distinta iluminación, tapete hecho de distinto material, luz solar, alguna pieza que no ha quedado bien encajada… Es un cúmulo de cosas que hace que este tipo de torneos sean tan apasionantes. ¡Que aburrido sería si todo funcionase a la primera!
Íbamos mentalizados, y así fue. En las primeras rondas el robot fallaba y no terminaba todas las misiones. pero no nos rendimos y seguimos ajustando sensores y giros. Fue a partir de la tercera ronda cuando ya conseguimos que el robot hiciese lo esperado.

Conseguimos ser los primeros gracias a lo constante que era nuestro robot. Había robots muy chulos, que hacían cosas impresionantes, pero solo de vez en cuando.

Ahora, tras la resaca de este fin de semana, toca volver a ponerse las pilas. En una final internacional el nivel sube muchísimo, ya que van los mejores robots de cada país. No nos vamos a conformar con lo que tenemos, sino que vamos a ir a por todas, y sabemos que para ello, a parte de conseguir los puntos de todas las misiones y superar la regla sorpresa, hay que hacerlo en el menor tiempo.